Hoy me desperté en completo silencio.
No era la sábana huyéndole a piernas
húmedas, ni el frío. Era silencio
de jazmines, recorriendo con tiernas
espinas el sudor de mi cuerpo. No era
tranquilidad. Algo quemaba, como
le quema el agua al pez en la primera
sombra, y sigue nadando su lomo
lunado. Llorando placer y erguido
sobre lágrimas. Así solo aumentará
el vicio que lo entierra en el fuego. ¿Tendrá
sabor a pez mi silencio partido?.
Entonces tomé conciencia, y tu mano
temía perder mi cintura. En vano.
No era la sábana huyéndole a piernas
húmedas, ni el frío. Era silencio
de jazmines, recorriendo con tiernas
espinas el sudor de mi cuerpo. No era
tranquilidad. Algo quemaba, como
le quema el agua al pez en la primera
sombra, y sigue nadando su lomo
lunado. Llorando placer y erguido
sobre lágrimas. Así solo aumentará
el vicio que lo entierra en el fuego. ¿Tendrá
sabor a pez mi silencio partido?.
Entonces tomé conciencia, y tu mano
temía perder mi cintura. En vano.
Comentarios