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SONETO I


Bajo tus ojos se desmiente tu color,
como la pena le teme a la gota
presa del llanto. Se esconde si flota
en mis labios, delatante, todo el valor
que trepa al verde. E inventa en antojos
solo un color falso. Lentas, mis manos
se inquietan queriendo entenderlo. Vanos
deseos los que inspiras en tus ojos.
Y me quedo cayendo por sus bordes
dormidos, como lágrima en acordes
de sombra. Odiando a quienes perfuman
los azules que en tu silencio calas,
sin que encuentres en mi tu verde, alas
bajo mi cuerpo, pieles que se suman.
.

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